viernes, 19 de noviembre de 2010

Primer Cap. Enamorado de ti

De acuerdo, a levantarse, pensé, cuando empezó a sonar el despertador.

Me até el pelo, y fui hacia el baño para asearme; me desenrede el corto pelo que tengo, me lavé la cara, los dientes, y salí del baño, llevándome por encima a mi hermano.

- Buen día- saludé a la bestia.

- Hola Saph- me dio un beso en el cachete, y subí a cambiarme.

Me fijé por la ventana para saber que ponerme. Como el cielo no me decía nada, prendí la radio y decía que haría 25ºC, entonces agarre el primer jean que encontré, una remera musculosa, y un saquito negro.

Me pinte, dos veces, ya que la primera vez el ojo derecho se me había desbordado.

Bajé, maldiciendo al delineador, salude a mi madre, y mi padre, desayune, y espere a que Megara, una de mis mejores amigas, viniera a buscarme para ir al colegio en colectivo.

Llegó, despedí a la familia, y salí

- Hola Meg- La saludé con un bostezo de por medio.

- Hola, ¿Cómo dormiste?- Preguntó con simpatía

- Emm, maso, me desperté mucho, gritando- Respondí, con vergüenza al final.

- ¿Otra vez?- Me retó con frustración-. ¿Otra ves por Franco?

Asentí, no lo iba a confesar con la voz. ¿Por que era tan obvia? Mis amigas me conocían como la palma de su mano, era como un libro abierto mi cara, tan fácil de leer, tan fácil de saber que pensaba.

Meg me seguía retando, pero dejé de prestarle atención rápidamente, me quedé pensando en el sueño. No podía haberme despertado gritando, no había soñado nada malo. ¿O si…?

Estaba en el colegio, y estábamos en el recreo, hasta ahí todo iba bien, me pasó Franco por al lado, con ese aroma tan rico que tenia; bien, todavía no había nada malo en eso, me pasaba todos los días, pero ahora cambiaba, él se dio vuelta, me miro a los ojos, y me dijo lentamente, como si fuera una tonta:

- Estoy enamorado de vos…

Volví a gritar, y mi amiga se asusto ante mi reacción, primero sentí miedo, y después me dio vergüenza, todas las personas del colectivo me miraban. ¿Como había llegado hasta allí? Si ni siquiera había sacado las monedas para subirme.

- ¿Te sentís bien, Saph?- me pregunto Meg, cuando bajamos del colectivo.

- No lo sé, ¿Por qué?- pregunte distraída

- ¿Me lo preguntas enserio?- Se había enojado-. Gritaste de la nada en la mitad del colectivo, ¿pensas que creo que estas bien?

No respondí, ¿que le iba a decir? No, no te preocupes, me acorde de mi sueño, ja, ni que estuviera tan mal.

No hay comentarios: