sábado, 11 de diciembre de 2010

Cap. Séptimo. Eso fue raro...

Mientras caminaba, estaba pensando en el colegio, en los chicos, hubiera sido algo mejor si los hubiéramos invitado; pero ya esta, es demasiado tarde para invitarlos, pensé.

Idiota, seguí pensando, la pasaríamos muchísimo mejor, pero no, no se me ocurrió…

Me distraje justo, cuando me estaba por llevar puesto a un chico.

- Uy, perdona, no te vi- dije, poniéndome colorada y mirando hacia a bajo.

- No, no pasa nada… hola Saph- respondió el muchacho.

Alcé la mirada, y ahí estaba, tan lindo como siempre. Thiago, mi ex novio.

No habíamos durado mucho como novios, pero terminamos bien.

- Ay, hola, no te vi, ¿Como estas, tanto tiempo? – y le di un beso en el cachete.

- Todo bien, ¿Vos?

- Bien, bien, ¿que haces por acá?

- Nada, estaba aburrido y salí a caminar, ¿Vos?

- No, tengo que comprar algunas cosas para el cumple de una amiga…- y ahí me acorde que me tenia que apurar.

- Ah… bueno, te dejo, nos vemos- y se fue sin que yo pudiera decir nada más.

Eso fue raro, pero decidí dejarlo para otro momento, ya eran seis menos cuarto y me tenía apurar.

Seis.

Seis y diez.

Seis y media.

¿Dónde se metió Megara? La llame varias veces al celular, y no contestaba, entonces la llame a Aria.

-¿Hola?- respondió al primer timbre.

-Hola ¿Donde estas?- pregunte rápidamente, lo cual hizo que se mezclaran las palabras.

- La estoy pasando a buscar a Meg, ¿Por?

- No la encontraba por ningún lado, por eso, hablamos después- y colgué sin esperar una respuesta de ella. ¿Por que la fue a buscar?

Cap. Sexto. Un día para cantar feliz cumple.

Últimamente me estaba juntando más con Nicolás, era un chico agradable. Nos reíamos mucho.

De a poco dejó de gustarme Franco, no por algo en especial, si no por que dejé de estar al tanto de él. Es más, me parecía ridículo que había soñado tanto con él.

Cuando llegó el sábado, para hablar con la mai, ya no tenia nada para contarle, ya había resuelto mis problemas.

Así que cuando vino, le conté todo lo que había pasado esa semana.

- ¿Así que no te gusta más ese mamerto? – preguntó cuando termine de contarle todo.

- No, ya fue, es un idiota- me reí, como no me había dado cuenta antes-. Ahora estoy juntándome con unos amigos…, y las chicas- las agregue a ellas, para que no empezara a preguntarme si tenía un nuevo amorío.

20 de Abril. 15:58 P. m.

Hacia tiempo no escribía.

No hacía falta, no tenía, ni tengo, muchas novedades.

Faltan diez días para el cumple de Megara, y tenemos pensado hacerle una fiesta sorpresa en mi casa. No tenemos nada ideado, y creo que ya sospecha, pero mejor no arruinarlo y darle un lindo regalito.

Me voy a estudiar matemática, mañana de vuelta prueba (en la última me saqué seis).

Hoy, sábado, es la fiesta de Meg, y ella va a venir a “quedarse a dormir” en mi casa.

Supuestamente, tenía que venir a las ocho, pero dijo que venia a las seis, entonces nos apuramos por que si no, no llegábamos a arreglar todo.

Terminamos a las cuatro, por suerte. Me metí a bañar, y me cambié.

Me puse un short negro y rosa, con una remera rosa a tono con las zapatillas y el pantalón. Me pinté, un poco de más, ya que estaba estrenando una cajita de pinturas de colores, y me emocioné. Igual, me había quedado bien, estaba combinada.

Cinco y cuarto, fui a comprar las bebidas, las papas fritas y esas cosas, para la picada.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Cap. Quinto. Perfecto

Pero tuve que esperar al siguiente sábado, por que ella estaba de viaje.

La semana paso despacio, tuve dos pruebas de matemática y de lengua, en la primera no sé si me fue bien, pero en lengua si.

Teníamos que escribir una pequeña historia, de a dos, y yo había elegido a Aria.

Escribimos sobre nuestro chico perfecto.

Era más o menos así:

“A los pocos días de comenzar agosto, me mudé con mi padre, Marcelo.

Mientras iba en el auto, el horizonte gris con un pequeño tono rosa me recordaba mi niñez.

Mi padre; un hombre alto, pálido, un poco robusto aunque tenia apariencia de no haber comido en días tenía una serenidad ejemplar.

Hacía años que no lo visitaba; habíamos tenido un pelea muy fuerte, pero estuvo contento cuando supo que iba a visitarlo.

El motivo; mi madre iría de viaje por trabajo.

Los Antiguos, en Calafate, era un pequeño pueblo con poca población, aunque los días de feria venían muchos turistas a ver las manualidades; entonces era intransitable.

Esa misma noche mientras deshacía mis valijas me tumbé en la cama. Sin darme cuenta me quedé dormida.

Estaba en un bosque, pero no estaba sola. Sentía una mirada clavada en mí. Y de la nada surgió un espejo grande con marco dorado y detalles de flores.

Me vi reflejada con un muchacho rubio de ojos color miel, alto; me abrazaba contra su piel fría.

Desperté, era solo un hermoso sueño.

Acababa de amanecer; el cielo mostraba un color anaranjado con nubes rosas.

Esa mañana salí a barrer la vereda; de repente una leve brisa con un aroma embriagador me dio escalofríos; giré y lo vi.

El chico de mis sueños.”

Era lo mas lindo que habíamos escrito jamás, había quedado tan satisfecha cuando lo entregamos, que nos teníamos fe.

Cap. Cuarto. ¿Y ahora qué hago?

27 De Marzo. 16:32 P. m.

Estaba escuchando música cuando me dí cuenta que no tengo por que decirle a Franco que me gusta. O sea, si le digo seguro que se lo va a contar a cualquiera, entonces, lo que tengo que hacer es “hacer” como que me gusta otro chico.

Pero ahora que lo pienso bien, estaría usando a algún pibe, y eso está mal.

Bueno, ahora no se que voy a hacer…

Voy a hablar con la mai.

La mai, es mi madrina, de chiquita me acostumbraron a llamarla así, y quedó.

Ella es la hermana de mi mamá, o era, como sea.

Es como mi hermana mayor, con ella yo puedo hablar libremente, sin ningún problema, y casi siempre pensamos igual, y me ayuda mucho cuando estoy mal, así que no estuvo tan mal esa idea.

Cap. Tercero. Principe Azul

Cuando volví a darme cuenta de donde estaba, ya habían pasado diez canciones.

Calcule un poco y había estado sumergida en mi mundo por casi una hora.

La profesora de biología había faltado también, entonces solo tendríamos música, y saldríamos temprano.

Timbre.

Recreo.

Oh no.

Tendría que salir. ¿Por qué? No hice nada malo para que me torturara así.

Salir al recreo, incluía estar con la gente, que esa no seria una molestia, sino que estaría Malena demostrando lo genial que es su novio. Franco. Sí. Mi Franco. El mismo Franco del que yo estaba enamorada.

Yo no los podía evitar. Como no lo podía hacer nadie que les pasaba por al lado.

Malena era una chica linda, eso no lo podía dudar, una rubia de ojos grises, de lindo cuerpo, irresistible. Yo estaba segura que no había chico en el colegio que en algún momento no había gustado de ella.

Pero sobre todo, sabía como hacerse notar; gritando histéricamente, corriendo como boba, mientras su novio la quería agarrar.

Puede que le haya tenido celos, pero aparte de eso, ella era una molestia, y yo sabía que Franco estaba con ella, por que cualquier chico lo envidiaría, y Malena lo mismo; que chica no había soñado besar la linda y finita boca de Franco.

Yo había tenido el honor de hacerlo, jugando a la botellita, había podido sentir sus finos labios sobre los míos. Y después, claro, en mis más locos sueños.

Franco, era lindo, era el típico chico lindo del aula.

Castaño de ojos celestes, boca bien finita, eso era lo que mas me gustaba de él, y una nariz recta. Todo un príncipe azul.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Segundo Cap. Jaque mate

Llegamos al colegio, salude a las personas que me cruzaba, y deje mi mochila en mi banco, salí del aula, y empecé a caminar.

Tenia la cabeza en otra cosa, cuando de la nada me asustó Nicolás, un amigo al que yo quería mucho.

Empezamos a hablar de cualquier cosa, cuando llegó Aria, mi otra mejor amiga, la abrasé, por que me encanta como son los abrazos de ella, son tan tiernos.

Y atrás venia Megara, nos juntamos las tres, y ella le empezó a contar a Ari nuestra pequeña escenita en el colectivo.

Aria, escuchaba de apoco, era como una rutina que me retaran por soñar con Franco.

Entonces me cansé.

- Bueno, ¡basta!- grite, estaba alterada-. Yo no elijo lo que quiero soñar ¿Si? Y si así fuera, no me molestaría en absoluto soñar con él…- me quedé pensando y agregue, como para que se callaran- ¿Cual es el problema?

- El problema es que no te das cuenta que ese chico no es para vos- Aria también se había enojado-. Franco anda con cualquier chica, como si fueran trapos ¿Queres que te haga lo mismo?

- No, no quiero, ¿pero por que crees que quiero salir con él?

- Es obvio- acotó Megara, como para no quedar afuera-, cada ves que lo miras, se nota que harías todo por ese idiota.

Jaque mate, ahí ya no podía discutir, era verdad. Odio ser tan fácil.

No iba a seguir discutiendo, era absurdo, ellas tenían razón.

Entré rezongando al aula, ya estaba la preceptora tomando lista.

- Souto…- Preguntó buscando a Meg, la vio entrar atrás mío, y anoto presente en su libreta.

Siguió nombrando a otros chicos, hasta que llegó a mi apellido.

- Valiente…- levante la mano, no estaba de humor para hablar.- La profesora de matemática faltó, ahora voy a averiguar si vino la de biología.- dijo la preceptora antes de irse.

Bien, pensé, sin clases, mejor; menos atención a los demás.

Me puse mis auriculares, prendí el reproductor de música, y lo puse a todo volumen.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Luisina

Nombre Femenino de origen Germánico.

Guerrera gloriosa, combate glorioso. Variante de Luisa.


Análisis por numerología del nombre Luisina

Naturaleza Emotiva:

Naturaleza emotiva y coincidente. Se expresa por medio de lo ideal, lo genial y lo causal. Ama la experiencia, el saber y la evidencia. Le gusta sentirse retribuido.

Naturaleza Expresiva:

Es consecuente. Se expresa en la calidad, comodidad y utilidad del atavío personal. Gustoso se prestará a mejorar la vida urbana y la familiar. Ama el acompañar y ser acompañado.

Talento Natural:

Es mente de pensamiento convincente. Se expresa como pensador de alta responsabilidad moral, espíritu conservador y apego a la vida de las comunidades. Consecuente y diligente. Recibe aumento en las actividades que requieren de la acción, de la amistad, de la sociabilidad y de la urbanidad. Ama, educa y embellece, no tanto en su propio bien como en el de los demás.

Primer Cap. Enamorado de ti

De acuerdo, a levantarse, pensé, cuando empezó a sonar el despertador.

Me até el pelo, y fui hacia el baño para asearme; me desenrede el corto pelo que tengo, me lavé la cara, los dientes, y salí del baño, llevándome por encima a mi hermano.

- Buen día- saludé a la bestia.

- Hola Saph- me dio un beso en el cachete, y subí a cambiarme.

Me fijé por la ventana para saber que ponerme. Como el cielo no me decía nada, prendí la radio y decía que haría 25ºC, entonces agarre el primer jean que encontré, una remera musculosa, y un saquito negro.

Me pinte, dos veces, ya que la primera vez el ojo derecho se me había desbordado.

Bajé, maldiciendo al delineador, salude a mi madre, y mi padre, desayune, y espere a que Megara, una de mis mejores amigas, viniera a buscarme para ir al colegio en colectivo.

Llegó, despedí a la familia, y salí

- Hola Meg- La saludé con un bostezo de por medio.

- Hola, ¿Cómo dormiste?- Preguntó con simpatía

- Emm, maso, me desperté mucho, gritando- Respondí, con vergüenza al final.

- ¿Otra vez?- Me retó con frustración-. ¿Otra ves por Franco?

Asentí, no lo iba a confesar con la voz. ¿Por que era tan obvia? Mis amigas me conocían como la palma de su mano, era como un libro abierto mi cara, tan fácil de leer, tan fácil de saber que pensaba.

Meg me seguía retando, pero dejé de prestarle atención rápidamente, me quedé pensando en el sueño. No podía haberme despertado gritando, no había soñado nada malo. ¿O si…?

Estaba en el colegio, y estábamos en el recreo, hasta ahí todo iba bien, me pasó Franco por al lado, con ese aroma tan rico que tenia; bien, todavía no había nada malo en eso, me pasaba todos los días, pero ahora cambiaba, él se dio vuelta, me miro a los ojos, y me dijo lentamente, como si fuera una tonta:

- Estoy enamorado de vos…

Volví a gritar, y mi amiga se asusto ante mi reacción, primero sentí miedo, y después me dio vergüenza, todas las personas del colectivo me miraban. ¿Como había llegado hasta allí? Si ni siquiera había sacado las monedas para subirme.

- ¿Te sentís bien, Saph?- me pregunto Meg, cuando bajamos del colectivo.

- No lo sé, ¿Por qué?- pregunte distraída

- ¿Me lo preguntas enserio?- Se había enojado-. Gritaste de la nada en la mitad del colectivo, ¿pensas que creo que estas bien?

No respondí, ¿que le iba a decir? No, no te preocupes, me acorde de mi sueño, ja, ni que estuviera tan mal.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Prefacio

Por que fue por él que yo estaba allí. Por que si hubiera sido otra persona, yo no estaría haciendo eso. Por que por él yo había dado todo, había dado hasta la vida, y no le había alcanzado. Por que por él yo habría corrido kilómetros, habría nadado mares; hasta habría intentado volar, solo para verlo feliz. Y no. No. No había sido suficiente para él. Nunca lo había sido. Ni yo, ni lo que hacia por él. Por que fue por él, que estaba apunto de suicidarme. Sin él, no era yo. Sin él, no había nada. Yo necesitaba de él para vivir. Él era mi oxigeno, mi sangre, mi corazón. Y se había ido, se fue de mi pecho, y de mi vida. Me dejo muerta, sin nada mas para hacer, ni decir, él se había ido, y mi vida con su huida.

26 de Marzo. 12:36 P.m.

No puedo dormir, es difícil no poder pensar en él, ya hice de todo, tome una aspirina, y nada, no puedo dormir.

Hoy el día estuvo bien, estuve con las chicas, y en el recreo no puede evitar darle una ojeada y si, estaba mirando hacia donde estábamos, sonroje como siempre y desvíe la mirada, estoy harta de que siempre pase lo mismo. Un día de estos voy a encararlo pero…

Perdón, mama ya me retó, mañana te cuento.