Creo que tengo que dejar de lado eso, y ponerme las pilas en el colegio y en casa, que las cosas no andan muy bien…
Como decía antes bajé mis notas, a decir verdad, bastante, mi promedio era de ocho, bajé a cuatro, decayó notablemente y eso no iba a poner muy felices a mis padres.
Volví con las mentiras, otra vez, no podía mostrarles a mis papás mi bajo rendimiento, y empecé a ocultar las pruebas.
- Saphi, hace rato no tenes pruebas, bebé- me dijo mi mamá una tarde, cuando ya tenía tres notas bajas.
- Si, no sé, mami, estamos haciendo mucho repaso…- por qué mentía, si sabía que me iban a descubrir… sabía que terminaría castigada. Aún así, sabiendo todo esto, estaba mintiendo.
- Bueno, esta bien, seguí con tus cosas- me respondió despreocupada, con tonadita dulce.
Entré a mi habitación cabizbaja, mentirosa, en mi cabeza solo sonaba eso, mentirosa, desagradablemente mentirosa; maldita mentirosa.
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